Si bien la historia del milcao no está muy bien definida, expertos han dedicado su tiempo a establecer una línea cronológica que nos permita darnos una clara sobre cómo pudieron haber sucedido las cosas.
Algo de su origen
En primer lugar, la papa (que vendría siendo parte esencial del plato) es un cultivo muy antiguo de América, que usaban los indígenas de la zona para elaborar distintos alimentos.
Y que, además, según distintas leyendas, era considerado una ofrenda de los dioses para los nativos. Por lo que cada vez que la cultivaban, rendían tributo a sus dioses.
Así que una vez establecido esto, nos acercamos más a la época de la creación del plato. La cual tuvo lugar muchos años después, durante la llegada de los colonizadores europeos a América.
Momento en el cual, se produciría un hito cultural histórico, y con él, la adición de distintos ingredientes del viejo continente (como la carne), al nuevo continente.
Por lo que solo sería cuestión de tiempo para que todos estos ingredientes se mezclaran, y en consecuencia se creara el Milcao. Un pan que sería expandido entre los siglos XIX Y XX por toda América, convirtiéndose progresivamente en un alimento típico chileno.
Datos curiosos
Otro de sus nombres es «Melcao». Y en su versión clásica se fríen con manteca de cerdo, y contienen carne en su interior; mientras que en otras versiones se elaboran con azúcar y miel.
Pero, además de su delicioso sabor, si no se usa tanta manteca y se consume de forma moderada, este es considerado algo positivo nutritivamente, ya que contiene proteínas, almidón y nutrientes que ayudan al buen funcionamiento del cuerpo humano.