
El plato tiene dos fuertes versiones: La chilena, y la peruana.
Algo de su pasado
Empezamos con la versión chilena, que nos traslada a los años de 1920, cuando nuestro protagonista Kaupolín Koo Kau, se traslada desde su natal Cantón, hasta Chile.
Donde cambiaría su nombre a Ernesto Koo Flores. Y aunque en un principio se desempeñaría como doctor gracias a algunos conocimientos sobre la medicina tradicional china, tras la pérdida de su local, tendría que buscar otros horizontes.
Es así, como decide empacar sus pertenencias y mudarse a Pozo Almonte, un pueblo de Chile donde la vida comenzaría a sonreírle nuevamente. Pues no solo conoce a su esposa, sino que empezó a trabajar con ella, quien era repostera.
Y sería ella la que le enseñaría diversos dulces típicos del país, como los alfajores. Que le inspiraron para crear el dulce que en su momento denominó «Kung-Queque», y al cual los lugareños llamarían «Chumbeque».
De esa forma y con el pasar de los años, se harían muy famosos, hasta llegar a convertirse en un dulce típico chileno.
La versión peruana
Mientras que, por otro lado, la versión peruana nos explica que este dulce nacería en tierras peruanas durante los tiempos del virreinato en el siglo XIX.
Usando como registro al famoso escritor Vargas Llosa, que menciona este dulce en una de sus novelas.
¿Y a ti? ¿Cuál historia te convence más?
Algunas curiosidades
Comparado por muchos con el turrón, el chumbeque se elabora usando como base harina, manteca o aceite, huevo, azúcar y distintos rellenos dulces.
Y entre sus variantes se encuentra la versión que cambia el relleno dulce, por ajonjolí. Al cual se puede acompañar con un jugo o un café caliente, normalmente se consume en desayunos y meriendas.