Ensalada chilena
En el mundo de las ensaladas chilenas, destaca una en particular: la clásica ensalada chilena. Con ingredientes como tomate, cebolla y cilantro, este plato es un verdadero símbolo en todo el país.
En el mundo de las ensaladas chilenas, destaca una en particular: la clásica ensalada chilena. Con ingredientes como tomate, cebolla y cilantro, este plato es un verdadero símbolo en todo el país.
El ajiaco chileno es una de las sopas más típicas de Chile, apreciada por su calidad restauradora, siendo disfrutada con agrado después de fiestas o celebraciones.
La carbonada, esa reconfortante sopa repleta de generosos trozos de verduras y carne, se presenta como la compañera perfecta para acariciar el alma durante los frescos días de otoño e invierno.
Carbonada de mote es un exquisito plato chileno compuesto por trigo mote, acompañado con vegetales variados y verduras. ¡Es una delicia que te encantará!
Cazuela de chancho con chuchoca es un caldo caliente y delicioso, lleno de las maravillas de nuestra clásica cazuela pero con un detalle especial. Cambiamos el fideo o el arroz por chuchoca, que es producto de la molienda gruesa de maíz tierno, común en la cocina andina.
Suavidad y dulzura son las sensaciones que se concentran en la boca al probar los chumbeques, un dulce típico de Chile.
Aquí te mostramos algo realmente delicioso, una cazuela o sopa de osobuno. Un plato tradicionalmente chileno.
La paila marina es una cautivadora receta tradicional de Chile, donde los frutos del mar se encuentran y se enriquecen mutuamente. En esta deliciosa preparación, una variedad de mariscos frescos locales y selectos trozos de pescado se combinan armoniosamente.
El Pan de Pascua es esponjoso y suculento, este pan tradicional chileno deleita con una mezcla de sabores deliciosos que provienen de las nueces, las pasas, la canela y un toque de licor.
La Carbonada de pollo es un plato tradicional de Chile, Argentina y Bolivia, con raíces que se remontan a la época colonial.
La Cazuela de Ave es un plato tradicional de Chile que puede prepararse con ave o vacuno. Es perfecto para disfrutar en los días fríos de invierno o para aquellos que disfrutan de los caldos reconfortantes.
Para disfrutar al máximo de este platillo, la noche anterior ponemos las judías en remojo con agua fría. Al amanecer, las lavamos delicadamente, las escurrimos con cuidado y así estaremos listos para comenzar con nuestro guiso.