Caldo Valdiviano

Caldo Valdiviano es una exquisita sopa que remonta a la época en que los españoles arribaron a Chile. Su nombre se atribuye a Pedro de Valdivia, quien en 1552 conquistó la ciudad de Valdivia, una de las tantas hazañas llevadas a cabo en tierras chilenas.

Una sopa que remonta a la época en que los españoles arribaron a Chile, el Caldo Valdiviano se destaca por su origen histórico.

El nombre de esta receta se atribuye a Pedro de Valdivia, conquistador que en 1552 tomó la ciudad de Valdivia, en una de sus muchas hazañas en territorio chileno.

Caldo Valdiviano

Sopas
2 horas
Hervido
5 Porciones

Ingredientes

300 gramos de Charqui

1 cuchara de Aji seco

2 Cebollas cortadas en pluma o torrejas

1 Diente de ajo

Comino

1 ½ litro de Agua

½ cucharilla de Orégano

1 cuchara de Aji seco

2 Huevos

5 Papas medianas cortadas en juliana

Preparación

Paso 1 : Se asa el charqui al horno, sartén o en la parrilla, se machaca y se desmenuza perfectamente, y enseguida se le quitan los nervios y durezas que contenga.

Paso 2 : Luego se fríe en color una cebolla grande o dos, según la cantidad de valdiviano que haya que hacerse, cortadas en torrejas, o bien picadas en trocitos menudos.

Paso 3 : Se ponen en la cacerola, o en una olla de barro, para proceder más a la chilena, el charqui, la cebolla, sal, ají en vaina, un poquito de comino, otro poquito de orégano, un diente de ajo, y se vacía encima agua hirviendo.

Paso 4 : Se deja reposar al fuego un breve espacio. Hay quienes agregan, antes de vaciar el agua, un par de huevos cocidos, cortados en rebanadas, y algunas tostadas de pan frito. Va en el gusto. También se pueden incluir o no las papas las cuales se las hace sofreír junto con la cebolla.

Paso 5 : Al final le aumentamos encima un Huevo frito listo para servir o crudo sobre el caldo hirviendo a manera que se cocine en el mismo plato.

Paso 6 : El valdiviano queda más sabroso -pero también más pesado- si el charqui se machaca y se limpia crudo, sin asarlo previamente.

Paso 7 : Es un plato nacional que tiene muchos aficionados, sobre todo en los días de lluvia, pero que dura también muchas horas en el estómago.